[su_pullquote align=»right»]Por GaĂ«l Gueguen[/su_pullquote]

BasĂ¡ndose en los resultados del Tour de Francia, este estudio muestra que las diferencias culturales entre los ciclistas de un mismo equipo no tiene ningĂºn impacto sobre su rendimiento. Una observaciĂ³n que, en determinadas condiciones, serĂ­a aplicable al mundo laboral en el que las cuestiones de diversidad son todavĂ­a objeto de debate.

¿En quĂ© medida podrĂ­amos adaptar determinados conceptos, como la gestiĂ³n intercultural (colaboraciĂ³n en el seno de un equipo, estrategia, competitividad, etc.) al deporte? Y en concreto, ¿al ciclismo? El objetivo final radica en comprender mejor el funcionamiento del ciclismo y, por ende, mejorar nuestro conocimiento de la empresa. Parte de la respuesta obtenida con los trabajos de GaĂ«l Gueguen, que cuestiona si la diversidad cultural de los equipos que participan en el Tour de Francia (especialmente analizada por el nĂºmero de paĂ­ses representados), tiene un impacto negativo en las estadĂ­sticas deportivas.

La diversidad, un riesgo para la cohesiĂ³n del equipo

El deporte de alta competiciĂ³n recurre habitualmente a los mejores recursos, sean humanos o materiales. Con un presupuesto determinado, un equipo de alta competiciĂ³n buscarĂ¡ a los mejores atletas, reclutĂ¡ndolos a tales efectos en el mercado mundial. En el contexto del Tour de Francia, en que la internacionalizaciĂ³n de los equipos ha ido en aumento durante estos Ăºltimos años, hemos observado un descenso de participaciĂ³n entre 1987 y 2009 por parte de los paĂ­ses «tierra de ciclistas» (vĂ©ase Francia, Italia, España, BĂ©lgica y PaĂ­ses Bajos) en pro de equipos constituidos por cinco o mĂ¡s nacionalidades diferentes. Esta tendencia se mantiene, ya que en 2015, por primera vez, participaron en el Tour un equipo sudafricano y dos equipos eritreos. No obstante, esta globalizaciĂ³n que aqueja al deporte profesional no estĂ¡ exenta de riesgos: la diversidad cultural podrĂ­a plantear un problema de coordinaciĂ³n (dificultades de comprensiĂ³n mutua, por ejemplo, cuando las lenguas habladas en el seno de los equipos son diferentes) y perjudicar la cohesiĂ³n de los corredores (diferencia de valores y actitudes). Esta cuestiĂ³n es tanto mĂ¡s crucial para el ciclismo, disciplina en la que la importancia de los patrocinadores y el carĂ¡cter mundial de las competiciones, obliga a veces a reclutar deportistas extranjeros, ya que sus paĂ­ses son el blanco de las marcas.

La diversidad cultural no perjudica el rendimiento de los ciclistas

¿DeberĂ­amos favorecer, en el seno de los equipos de alta competiciĂ³n, a deportistas de culturas cercanas? ¿O deberĂ­amos pasar por alto este extremo? Por ejemplo, un grupo que debe cumplir una tarea determinada y que estĂ¡ formado por recursos complementarios inusuales (escaladores excepcionales, velocistas, ciclistas Ăºnicos o lĂ­deres mĂ¡s polivalentes), y cuya organizaciĂ³n deba ser competitiva, ¿podrĂ­a verse afectado por una excesiva diversidad de sus miembros? Al parecer no. La diversidad cultural no tiene ningĂºn impacto sobre las estadĂ­sticas deportivas. Los formadores de los equipos ciclistas pueden favorecer el valor de un corredor, independientemente de su nacionalidad, sin por ello temer a una significativa diferencia cultural. Posible explicaciĂ³n: el profesionalismo de los corredores y de sus entrenadores compensan los problemas de coordinaciĂ³n. De hecho, como la sincronizaciĂ³n de los esfuerzos de cada uno queda supervisado por un director deportivo, las funciones de los miembros del equipo estĂ¡n perfectamente definidas. Un entrenamiento regular permite ademĂ¡s transformar las tareas de los ciclistas en una rutina perfectamente controlada.

La ligera lĂ­nea que separa el ciclismo del mundo empresarial

Una empresa se compone de recursos humanos, muy pocas veces, homogĂ©neos: sexo, edad, experiencia, nacionalidad, salarios, etc. ¿Es la importancia de estas diferencias de Ă­ndole mĂ¡s bien favorable o desfavorable para el rendimiento de los equipos de trabajo? El anĂ¡lisis de los estudios sobre la diversidad en una empresa muestra resultados contradictorios. Por ejemplo, la diversidad de los miembros de un equipo podrĂ­a, en determinados casos, aumentar su creatividad y mejorar la toma de decisiones (las diversas opiniones favorecen la apariciĂ³n de buenas ideas). En otros casos, podrĂ­a perjudicar la cohesiĂ³n, la confianza y la comunicaciĂ³n, y por consecuente, aumentar las tensiones y los conflictos. ¿PodrĂ­a ayudarnos a entender lo que sucede en las empresas la falta de relaciĂ³n entre diversidad cultural y rendimiento en el ciclismo? Sin duda alguna, pero solo si se dan determinadas condiciones. La prueba del Tour de Francia es de hecho un caso de estudio de Ă­ndole especial, lo que limita su generalizaciĂ³n. Ante todo, porque en el ciclismo profesional los miembros de los equipos estĂ¡n altamente especializados. En segundo lugar, porque la prueba reina del ciclismo hace competir a equipos formados Ăºnicamente por sus nueve mejores ciclistas pese a tener en plantilla unos treinta corredores (y no de todo su efectivo como es el caso de una empresa).

AĂºn queda por determinar si podemos aplicar esta metodologĂ­a para estudiar el impacto de la diversidad cultural en el rendimiento de los directivos de multinacionales. Un enfoque interesante, pese a que cada vez son mĂ¡s las empresas que diversifican su comitĂ© ejecutivo a medida que se desarrollan en el Ă¡mbito internacional. En una multinacional como en el caso de L’OrĂ©al, el reclutamiento de directivos procedentes de varios paĂ­ses es el principal factor de Ă©xito en el lanzamiento de sus productos en paĂ­ses emergentes. Finalmente, para limitar el «sĂ­ndrome de Babel»*, los equipos multiculturales se organizan alrededor de un lĂ­der que, debido a su experiencia en diversos paĂ­ses, sabe gestionar las tensiones interculturales**.

 

* Dificultad para coordinar los esfuerzos a causa de las diferentes lenguas habladas en el equipo.
** “L’OrĂ©al Masters Multiculturalism»Â de Hae-Jung Hong y Yves Doz (Harvard Business Review, junio 2013).

[su_note note_color=»#f8f8f8″]Por GaĂ«l Gueguen, del artĂ­culo «DiversitĂ© culturelle et performance des Ă©quipes sportives de haut niveau : le cas du Tour de France» (Diversidad cultural y rendimiento de equipos deportivos de alta competiciĂ³n: el Tour de Francia), (Management International, 2011).[/su_note]

[su_box title=»Aplicaciones prĂ¡cticas» style=»soft» box_color=»#f8f8f8″ title_color=»#111111″]A pesar de que el ciclismo sea una actividad bastante especĂ­fica, especialmente por la alta especializaciĂ³n de todos sus participantes, los resultados de esta investigaciĂ³n podrĂ­an aplicarse al mundo empresarial bajo determinadas condiciones. En el caso de equipos formados por varios colaboradores cuyas funciones estĂ¡n perfectamente definidas y que se enfrentan a unas tareas determinadas, podemos considerar que la diversidad cultural (seguramente tambiĂ©n sea el caso para otras muchas diferencias tales como el gĂ©nero, el origen, la edad, la educaciĂ³n, etc.), no perjudica en absoluto al rendimiento colectivo. Como en el ciclismo, incluso podrĂ­a aparecer una cultura especĂ­fica de equipo superando todas las fronteras culturales.[/su_box]

[su_spoiler title=»MetodologĂ­a»]Con el objetivo de determinar si la diversidad cultural perjudica al rendimiento, se han analizado los resultados de 487 equipos (4.375 corredores) habiendo participado en 23 Tours de Francia entre 1987 y 2009. En base a varios indicios, se ha podido calificar la heterogeneidad cultural de los equipos (especialmente en funciĂ³n del nĂºmero de paĂ­ses representados). El objetivo era comparar el rendimiento de los equipos ciclistas (sus resultados) y su nivel de diversidad cultural mediante el mĂ©todo de regresiĂ³n lineal, que tiene por objeto medir la fuerza de las relaciones entre diversas variables explicativas y la explicaciĂ³n de una variable.[/su_spoiler]