¿Cómo evitar que se transforme la acción responsable en un ejercicio de comunicación? ¿Cuál es el rol del consejo de administración en la responsabilidad social de la empresa? Con estas dos preguntas Àngels Roqueta i Wafa Khlif se propusieron abordar el tema de la transparencia en el mundo corporativo en la sesión Webinar La transparencia en el mundo corporativo: un informe de fondo o solo de forma el pasado 6 de octubre.

Khlif introduce el tema hablando sobre los orígenes de la palabra transparencia aplicada al mundo corporativo, “apareció en los años 90, en un momento donde la corrupción era considerada como el precio a pagar para hacer negocios”. Cuenta que en el año 1993 se fundó Transparencia Internacional, a raíz de un cambio de actitud en la opinión pública, cuando medios, ciudadanos y políticos empezaron a condenar activamente los escándalos de corrupción. A partir de ese momento, las instituciones empezaron a poner este concepto en primera línea, y los académicos establecieron una relación positiva entre transparencia y rendimiento empresarial de manera general. “Como consecuencia, en muchos países, como España, se impusieron normas para recompensar esta transparencia”.

A continuación, Àngels Roqueta analizó la normativa española. Comenzó repasando la ‘Normativa del código de buen gobierno de las sociedades cotizadas’, “una normativa un poco extraña, ya que pide o cumplir o explicar, no es necesario cumplir o, si tengo un incumplimiento, explico por qué lo tengo y no pasa nada.” Además, Roqueta advierte que quedan fuera del marco de gobierno corporativo muchísimas empresas, ya que las empresas cotizadas son un mínimo. Opina que habría que haber un paralelismo con ONGS y las administraciones públicas. Observa que las startups, que necesitan canalizar inversores, «son muy hábiles en explicar información no financiera, la forma de hacer yo creo que es un modelo a seguir para las pequeñas y medianas empresas”.  

«Las startups, que necesitan canalizar inversores, son muy hábiles en explicar información no financiera, la forma de hacer yo creo que es un modelo a seguir para las pequeñas y medianas empresas»

Àngels Roqueta

Roqueta también habló sobre el «Código de gobierno corporativo» y la transparencia en la información sobre el consejo de administración, sobre las dimensiones que debe tener el consejo, sobre la diversidad entre sus consejeros (cultural, de género, de edades…) y el equilibrio entre propietarios e independientes. Además, repasó la «Normativa sobre información no financiera y diversidad» del 2018, obligatoria para empresas de cierto tamaño, que pide la descripción del modelo de negocio: sobre cuestiones ambientales, sociales y de personal, derechos humanos, lucha contra la corrupción, desarrollo sostenible o políticas de diversidad. En definitiva, cúal es el comportamiento de la compañía.

Después de repasar las normativas, Wafa Khlif evaluó cómo se traducen en realidad estas leyes. Explica que hoy en día los estudios contradicen la relación entre transparencia y valor financiero, “tenemos evidencias de que dar más información no quiere decir que haya más valor financiero, tenemos una correlación no significativa.”. Khlif explica que concebimos la transparencia como algo positivo, algo que ha cogido un sentido político de imperativo moral, “si queremos hacer el bien en la sociedad, tenemos que ser transparentes. Si no lo somos, estamos haciendo el mal.”

Khlif pone el acento en que ser transparente no significa tomar las decisiones adecuadas. “Hoy en día compramos valores que reflejan nuestras individualidades, y la transparencia es uno de los elementos más fundamentales del capitalismo hoy en día, además muchos académicos insisten en que el riesgo empresarial se reduce cuando las empresas cumplen las directivas o las normas, cuando hacen más divulgación y presentan informes.” Insiste en que se ha relacionado demasiado deprisa la transparencia con la toma de decisiones responsables. “La transparencia puede empujar a las empresas a usar la divulgación como una táctica para compartir lo que los interesados quieren oír, ocultando o evitando cuestiones más complicadas.” De este modo, se empuja a las empresas a comportarse de manera totalmente táctica, alimentando la responsabilidad externa, pero parando a este nivel.

La transparencia puede empujar a las empresas a usar la divulgación como una táctica para compartir lo que los interesados quieren oír, ocultando o evitando cuestiones más complicadas.”

Wafa Khlif

Propone reflexionar, así como potenciar la responsabilidad interna, construir juntas directivas creadoras de valor que sirvan a causas responsables. “En lugar de aferrarse a la fantasía de la transparencia como única forma de rendición de cuentas, tenemos que ir más allá, a la madurez moral de la empresa.” Lamenta que en muchos casos se olvida la misión de contribuir a la sociedad, “la ética ha sido instrumentalizada por muchas profesiones y se ha convertido en una suma de convenciones más que en un comportamiento o pensamiento moral.”

Khlif insiste en que la gobernanza corporativa no es una cadena de control. “Tiene que ser la práctica de una verdadera responsabilidad social, que no surge del cumplimiento de las normas (exterior), sino de un lugar más profundo en la psique empresarial mediante la contemplación en el interior. Un comportamiento responsable, no una imagen responsable.”

La ética ha sido instrumentalizada por muchas profesiones y se ha convertido en una suma de convenciones más que en un comportamiento o pensamiento moral.”

Wafa Khlif

A raíz de una pregunta del público virtual, sobre si se muestran optimistas o pesimistas en cuanto al futuro en relación con la transparencia corporativa, Àngels Roqueta comenta que lo ve con optimismo, “cuando una empresa ve que su competidor está haciendo un ejercicio de responsabilidad y el mercado lo percibe bien, hay una tendencia a copiarlo.” Contrariamente, Wafa Khlif finaliza con una reflexión pesimista, “podemos ser muy optimistas en cuanto a la cantidad de la información, pero se hace muy difícil desde el exterior comprobar o regular que una empresa realmente sea responsable”.  

Ilustra su reflexión con un ejemplo sobre el debate alrededor de los salarios de los CEO en Estados Unidos, “decidieron ser transparentes con los salarios, darle un sentido moral, no es moral que esta gente gane 300 veces más que el medio del management.” Al hacerlo transparente hubo el resultado contrario, en vez de bajar los salarios, subieron. “¿Por qué? Estamos en un mercado, una empresa que va a reclutar un nuevo CEO no puede pagarle menos que a los demás.” Finalmente, la transparencia no resolvió el problema inicial.

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