En una reciente conversación sobre tecnologías digitales y gente joven con un profesor, él mencionó el concepto de deep reading. Me llamó la atención y le pregunté de qué se trataba. Deep reading es el proceso de leer atenta y deliberadamente, para aumentar la comprensión y el disfrute de un texto y contrasta con el skimming o lectura superficial de un texto. “O sea”, dije yo, “deep reading es el leer de toda la vida”. Pues resulta que, para los dinosaurios como yo, que aprendieron a leer en papel (al menos no en tablillas o papiros), la respuesta es sí. Lo que pasa es que, en estos tiempos de infoxicación, con mucho texto escrito y muchos idiomas disponible por todas partes, nos hemos acostumbrado (los dinosaurios también) a pasar por encima de las palabras, para retener solo una idea vaga del mensaje, solo lo suficientemente precisa para saber de qué va. El skimming antes mencionado.

TBS Deep reading

Claro, para los viejunos, supongo que no es tanto problema, porque el skimming es una habilidad secundaria, aprendida después de haber aprendido a leer. Entonces todavía somos capaces de sentarnos con una buena novela, un buen cuento, un buen ensayo, un buen reportaje y perdernos del mundo para sumergirnos en una realidad paralela a través de la lectura, disfrutando no solo la apropiación de las ideas contenidas en el texto, sino también del juego de las palabras, de su rítmica, su sonoridad (mental), su novedad o familiaridad, etc.

Pero ¿qué pasa si desde que aprendiste a leer has pasado la mayor parte del tiempo haciendo skimming? ¿si no conoces el deleite de la lectura recién descrito, sino que para ti el deleite es sentir que estás enterado de todo lo que pasa, porque total, el contenido ya se puede conocer con algún video de YouTube? Pues que la lectura como la conocimos la generación pre-internet, se transforma en una habilidad lejana, dura de adquirir, reservada solo para unos pocos aventajados, como lo es tocar un instrumento musical, hacer gimnasia olímpica o imitar sonidos de pájaros. Aquí es donde yo me escandalizo. ¡No! Si tú lector, has llegado hasta aquí, aunque sea haciendo skimming (las negritas son intencionales), te aviso que no tiene que ser así. La lectura, inventada con la escritura, ha acompañado al hombre desde hace cuatro o cinco mil años. Todas esas generaciones, con más tiempo y menos inputs han practicado el deep reading antes que tú. Gente, seguramente con menos preparación y menos capacidad mental. No hay ninguna razón para que el reading tenga que ser deep para ti. Es tan simple como sentarse en un lugar tranquilo, con un texto entre las manos, a dejarse envolver por el hilo de palabras que otro u otros se tomaron el tiempo de tejer para tu deleite y aprendizaje.

Autor: Gabriel Zúñiga

Director de estudios en el campus de TBS en Barcelona.

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