Publicado en 11.04.25
Barcelona, juntamente con Bilbao, Zaragoza y Madrid, se encuentra entre las 100 ciudades más inteligentes del mundo, según el Smart City Index 2025 publicado por el International Institute for Management Development (IMD). El ranking, que analiza un total de 146 urbes, destaca a estas cuatro ciudades españolas por su avance en urbanismo inteligente.
Este análisis, elaborado en Lausana junto con la Universidad Tecnológica y de Diseño de Singapur, se basa en una combinación de datos objetivos y encuestas a los ciudadanos valorando aspectos como la movilidad, digitalización, seguridad, gobernanza y sostenibilidad.
Para este 2025, el ranking lo encabezan Zurich en primera y Oslo en segunda, manteniendo la misma posición que el año anterior. No es hasta la posición 29 que aparece la primera ciudad española, siendo esta Bilbao, encontrándose por encima de otras grandes urbes como Berlín o Sídney, todo gracias a su modelo de transformación urbana, mejora energética y expansión de servicios digitales.
Sin embargo, no muy apartado de este listado encontramos Madrid en la posición 38, estando por encima de ciudades como Bruselas o Nueva York, y posteriormente en la 52, Zaragoza ganando posiciones respecto el año anterior. Todo gracias a su apuesta por digitalizar los servicios municipales, fomentar la economía circular y usar energías renovables.
Luego, respecto a Barcelona, aunque pierde posiciones respecto a años anteriores, se mantiene en el puesto 92, reconociéndose su trabajo en datos abiertos, plataformas ciudadanas y urbanismo sostenible.
Aunque estos datos representan buenos indicadores de prosperidad y oportunidades laborales, también pueden derivar en problemas relacionados con la vivienda. Así lo advierte Arturo Bris, director del Centro de Competitividad Global del IMD: «El crecimiento económico de muchas ciudades suele venir acompañado de un aumento en el coste de vida, especialmente en el precio de la vivienda, lo que puede generar desigualdad social».
Además, como señala el mismo informe, existen factores externos, como el incremento en el precio de materiales o los aranceles, que impactan negativamente el desarrollo urbano, encareciendo los procesos de construcción. Un aspecto que sin duda requiere atención, ya que, como también explica Bris, «Hemos entrado en una economía fragmentada y las grandes áreas urbanas serán el centro de todas las actividades económicas en los próximos años». Esto subraya la creciente relevancia de las ciudades y la urgencia de convertirlas en espacios dignos, sostenibles y estables para vivir.
Por ello, el ranking ajusta sus evaluaciones de acuerdo con el nivel de desarrollo humano de cada ciudad, con el fin de garantizar una comparación equitativa. Considerando que una ciudad verdaderamente inteligente es aquella que logra integrar el crecimiento económico y tecnológico con la sostenibilidad y la justicia social, todo ello orientado a mejorar la calidad de vida de sus habitantes, dentro de sus propias limitaciones.
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