ESTUDIO: Aumento en alimentos saludables en España

Cada vez es la preocupación y concienciación de la población española para el bienestar y la salud, por ello uno de los aspectos que se tienen en punto de mira es la alimentación. Como investigamos en un reciente estudio que analizaba el habito de consumo de alimentos en el país entre 2019 y 2023 el gasto en alimentos saludables se ha disparado un 29,2%, superando el 17,2% del incremento de alimentos no saludables. Para obtener estos resultados el examen se realizo analizando las tendencias de consumo incluidas en los datos de Encuesta de Presupuestos Familiares (EPF) del Instituto Nacional de Estadística (INE). Estos tres grupos se dividieron en: Alimentos saludables, Alimentos medianamente saludables, y Alimentos No saludables, aunque también se exploro el gasto de cárnicos por autonomías por otro lado.

A pesar de que los datos son esperanzadores y positivos, el porcentaje de consumo de alimentos no saludables sigue siendo preocupante. Como expuso nuestro colaborador, el profesor Dr. Edgar Sánchez: «es fundamental entender las barreras sociales y culturales que dificultan la adopción de hábitos alimenticios más saludables para diseñar estrategias eficaces que promuevan el cambio». En los últimos años, diversos eventos han dificultado que muchas personas adopten estilos de vida más saludables, principalmente debido a los elevados precios. Sucesos como la pandemia, la guerra en Ucrania y el consecuente aumento en los precios de los hidrocarburos han provocado un incremento global de los costos. Sin embargo, a pesar de estos desafíos, el hecho de que el consumo de alimentos saludables haya aumentado es un dato relevante que ofrece una visión positiva para el futuro.

El consumo varia dependiendo de la comunidad autonoma

Las regiones del norte, como Galicia, Navarra y el País Vasco, han mostrado un crecimiento en el consumo saludable superior a la media, con un 37,5%, mientras que las comunidades del sur ocupan las últimas posiciones en el ranking de este tipo de consumo.

Sin embargo, Galicia también lidera otra estadística: es el mercado que ha experimentado el mayor aumento en el gasto de alimentos no saludables, con un incremento del 34% respecto a la media global, seguida por Valencia con un 25,5%. No obstante, este aumento no ha sido homogéneo en todo el territorio, ya que se ha registrado un leve descenso del 1,4% respecto al 31,8% del total anterior.

El consumo de cárnicos también es variable

Como hemos ya hemos mencionado otro dato que el estudio analizo fue los hábitos de gasto en carnes. Al igual que en otros casos, se trata de un factor dependiente de cada comunidad autónoma. Mientras que la compra de carne de vacuno es significativamente más alta en comunidades como Madrid o Cataluña, las comunidades del sur, como Extremadura o Andalucía, presentan un 50% de gasto en carne de porcino. Como señala el Dr. Sánchez: “Estas diferencias reflejan factores culturales, económicos y de producción local que influyen directamente en los hábitos alimenticios y en la preferencia por determinados productos y tipos de carne”.

Son diferencias que ponen en muestra no solo las preferencias de cada territorio, sino también los factores económicos culturales, económicos y las implicaciones ambientales y en la salud. La producción de carne es contaminante y su consumo excesivo puede producir enfermedades, sin embargo, el estudio no ha mostrado sustitución entre tipos de carne lo que sugiera una preferencia estable y con ello aunque ha incrementado su gasto en algunas regiones, en otras se han reflejado patrones más equilibrados como en Castilla y León. O a nivel nacional se ha mostrado una ligera tendencia a la bajada en consumo de Ovino y Caprino.

Una evolución hacia buenos hábitos de consumo

Aunque el consumo de alimentos no saludables y de productos cárnicos sigue siendo un desafío, el aumento en el consumo de alimentos saludables refleja la persistencia de prácticas más nutritivas en ciertos segmentos de la población. Por ello, podemos afirmar que España está dando pasos importantes hacia una dieta más equilibrada. Este es un proceso que debemos seguir analizando en los próximos años para reafirmar el cambio.